El 21 de enero de 1950, pilotado por VM Marunov, realiza su primer vuelo el Tupolev Tu-75, un cuatrimotor directamente derivado del Tu-4, copia fiel del Boeing B-29, y que es el primer transporte militar estratégico soviético en montar una rampa que permitiese la carga y descarga rápida y el acceso de vehículos. Estados Unidos desarrolló el C-97, con una exitosa carrera en el mercado militar y algo más discreta en el civil.
El OKB Tupolev comenzó a trabajar en versiones del Tu-4 inmediatamente después de finalizar la segunda guerra mundial. El primer resultado, el Tu-70, mantenía motores, alas y empenaje del bombardero, e incorporaba un nuevo fuselaje más amplio. El Tu-75 utilizaba el mismo fuselaje del Tu 70, pero con una rampa de acceso posterior, y configuración interna para uso militar. Ninguno de los dos aviones fue fabricado en serie, limitándose a un prototipo cada uno.
El Tu-75 podía transportar alrededor de 12 toneladas de carga, con un alcance de 2.500 kilómetros, y una velocidad de 500 km/h. Aunque el prototipo no lo llevaba, había provisión para tres torretas de armamento, y se contaba con una tripulación de 8 personas. Estaba equipado con la aviónica más puntera del momento, para poder operar todo tiempo.
La modificación más importante consistió en reforzar el piso inferior para soportar cargas pesadas, y el portalón trasero, que incorporaba una grúa para facilitar operaciones de carga y descarga. También estaba preparado para el lanzamiento de personal y equipo en paracaídas. Tres fueron las principales misiones para el Tu-75, transporte, lanzamiento de cargas y personal y avión sanitario.
Entre las cargas previstas, podía llevar dos SAU-76, tractores de artillería, entre 6 y 7 vehículos CAZ, o 5 cañones de 85 mm. Otra configuración podía transportar 120 soldados completamente equipados o 90 paracaidistas. La versión sanitaria podía transportar 31 heridos en camilla y 4 sanitarios.
Las pruebas en vuelo fueron satisfactorias, pero las factorías y oficinas de diseño de Tupolev estaban muy cargadas de trabajo con aviones de primera línea, por lo que se decidió que el Tu-75 no se fabricaría en serie. El ejército soviético tendría que seguir empleando los Ilyushin Il-12T y Linusov 2, hasta la llegada de los transportes de Antonov.
En 1949 se consideró la posibilidad de diseñar una versión de reabastecimiento en vuelo del Tu-75, con el fin de acompañar a los bombarderos Tu-95 Bear, con una capacidad de 19,5 toneladas de combustible, pero la propuesta no prosperó. El único Tu-75 fue empleado en misiones de transporte, hasta que en 1954 se perdió en un accidente cerca de Kazán.
