Ryan X-13, un “Tail-Sitter” en los años 50

Ryan X-13, un “Tail-Sitter” en los años 50

El sábado, 10 de diciembre de 1955, Pete Girard, jefe de pilotos de prueba en Ryan Aeronautics, toma asiento en un rechoncho monoreactor, sujeto a un tren de aterrizaje provisional, y realiza el primer vuelo del Ryan X-13 Vertijet (Modelo 69 para Ryan). El despegue y aterrizaje se efectuaron de forma clásica, con el fin de evaluar el comportamiento del avión en actitudes de vuelo normales. Posteriormente siguieron transiciones a posición vertical y vuelta a vertical. Girard realiza el primer despegue y aterrizaje vertical el 28 de mayo de 1956, el mismo día en que el segundo X-13 realiza su primer vuelo.

Estas pruebas se producen dentro de un ambiente de euforia entre los distintos fabricantes, todos ellos empeñados en diseños diversos para lograr el VTOL que liberase a los militares de la dependencia de las grandes bases militares. Pero esto no sería de esta manera. A 65 años vista, seguimos dependiendo de las bases y las cesiones necesarias para un avión VTOL han sido más complejas de lo previsto.

Los ensayos de despegue y aterrizaje verticales, utilizaron otro sistema provisional, para evitar daños en la tobera.

Ryan Aeronautics comienza a interesarse por el despegue vertical inmediatamente después de la segunda guerra mundial. El Ryan FR-1 de propulsión mixta ofrecía un ratio de empuje superior a 1 con poca cantidad de combustible, y los ingenieros pensaron que podía ser capaz de despegar verticalmente. La Marina se interesó y otorgó un contrato para el estudio de un reactor lanzado verticalmente. Formaba además parte de un programa para producir submarinos equipados con aviones VTOL.

Banco de pruebas para todos los elementos de control

Ryan fabrico un banco de pruebas y un banco volante en 1951, pero terminó por cerrar el contrato. En 1953 la fuerza aérea contrata a Ryan para desarrollar un reactor de despegue vertical, que terminará siendo el X-13. El avión se asentaba en su cola y dependía de controles de chorro en la punta de las alas, y empuje del motor vectorizado para controlar el cabeceo del aparato. Las alas en delta también estaban equipadas con elevones y timón móvil para el control en vuelo horizontal.

El X-13 fue diseñado por equipo liderado por Curtiss Bates, y la Sección Técnica de Ryan se encargó de diseñar un trailer especial, con capacidad de inclinarse 90 grados, de forma que pudiese lanzar y recoger al X-13 en sus despegues y aterrizajes. El primer ciclo completo desde el trailer se realizó en la Base Edwards dela fuerza aérea el 11 de abril de 1957. A pesar de este logro, la operación era especialmente complicada, sobre todo a la hora de aterrizar. El piloto carecía de visión sobre la zona de aterrizaje, lo que hacía indispensable ayuda constante desde tierra.

A pesar de sus deficiencias, los dos X-13 construidos demostraron que las transiciones y la operación eran posibles, aunque el concepto de “Tail Sitter”, no era el más adecuado. El motor de empuje vectorial, luego utilizado con éxito por los Kestrel y Harrier, comenzó con este programa su desarrollo, al igual de los controles por chorro de aire en los extremos de las alas, luego utilizados por los VSTOL que entraron en servicio. Aunque Ryan presentó diversos proyectos derivados de la experiencia del X-13, ninguno de ellos vió la luz, más allá de propuestas en papel o maquetas.

Uno de los conceptos propuestos por Ryan, basados en la experiencia del X-13.

Chuck Yeager (13 febrero 1923 – 7 diciembre 2020). DEP.

Chuck Yeager (13 febrero 1923 – 7 diciembre 2020). DEP.

Yeager comenzó su carrera en las fuerzas aéreas como mecánico, para pasar a ser piloto. Voló P-39 Airacobra, para pasar al P-51 Mustang. En la segunda guerra mundial consiguió 12,5 victorias. Cuando regresó a Estados Unidos comenzó su carrera como piloto de pruebas, lo que le llevó a ser el primero en romper la barrera del sonido a bordo de un Bell X-1 el 14 de octubre de 1947. Siguió relacionado con aviones experimentales hasta 1954, cuando retorno a vuelos operacionales. Participó en la guerra de Vietnam haciendo incluso vuelos operacionales, y se retiró en febrero de 1975. Siguió involucrado en aviación siempre que pudo, como asesor técnico de diversos programas, entre los que se cuenta el desarrollo de la gestión del sistema de armamento. Con Chuck Yeager se va uno de los grandes mitos de la aviación, y una gran persona..

Tuve el inmenso privilegio de conocer personalmente a Chuck Yeager hacia 1981. En aquel momento, trabajaba como periodista para un medio económico español, y cubría una información sobre el programa FACA (Futuro Avión de Caza y Ataque), que ha sido la mayor compra de material militar en la historia de España, que terminó decidiéndose por el McDonnell Douglas EF-18A. Fuimos invitados a un viaje por Estados Unidos, en el que visitamos tanto las instalaciones y aviones de McDonnell Douglas en Saint Louis, como de General Dynamics, en Carswell AFB, Texas.

Yeager trabajaba entonces como asesor para General Dynamics y nos acompañó en la visita a la factoría (la misma donde se produjeron B-24, B-32, B-36, B-58, F-111 y finalmente, F-16) dándonos toda clase de explicaciones y respondiendo a multitud de preguntas. Yeager no solo era un gran piloto, era una gran persona, llena de amabilidad y siempre con la sonrisa en la cara. Para mi fue un momento inolvidable.

Mientras nos explicaba, en la base se desarrollaba un ejercicio del SAC (Strategic Air Command), donde varios B-52 despegaban rápidamente, seguidos por KC-135, con el fin de ensayar técnicas de repostaje. En el suelo, aparcados, había un número indeterminado de Republic F-105 Thunderchief. No parecía haber muchas restricciones de ruido. Eran otros tiempos.

Heinkel 162, producto de la desesperación

Heinkel 162, producto de la desesperación

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7585407334_6a94a196c4_o Uno de los He-162 capturados por EEUU, en vuelo. Inmediatamente arriba, el prototipo, sin puntas alares modificadas.

El 6 de diciembre de 1944 volaba por vez primera el Heinkel He-162 “Volksjager”, un caza monoreactor a reacción, pensado para ser producido en masa para contrarrestar las oleadas de bombarderos que día y noche asolaban ciudades e industrias en toda Alemania. Utilizaba materias primas no estratégicas para su construcción, principalmente madera, y para mucho era un “arma de la desesperación”, producto de un agónico Reich en búsqueda de un milagro.

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El He-162 fue el ganador del programa de interceptor de emergencia de 1944. Se presentó su diseño el 10 de septiembre de 1944, con la intención de lanzar la producción en masa en enero de 1945. Se utilizó el reactor BMW 003, de menor empuje que los usados por los Me-262 y Arado 234, podía ser ensamblado por mano de obra no…

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