El 7 de mayo de 1910, el piloto francés Andre Bellot realizó el primer vuelo de un aparato más pesado que el aire en Cuba. La celebración es doble, porque también fue el primer accidente aéreo en Cuba. El hecho ocurrió en el hipódromo de Almendares, al oeste de La Habana, y los cubanos se lo tomaron con cierto humor socarrón, típico de la tierra.
El biplano de Bellot en Cuba, antes de su accidente.
Por aquel entonces, André Bellot era un conocido aeronauta francés que había realizado demostraciones en otros países del continente, como México o Argentina. El avión era un Voisin modelo 1907 con un motor de 60 cv, y según los periódicos de la época, Bellot debía ser bastante “soberbio”, y después de su accidente se le “tomó el pelo” de forma bastante generosa.
Plano de la época.
Bellot llegó a Cuba invitado por un grupo de entusiastas de la aviación, y estuvo acompañado por otro aeronáutica, el Sr Belledín, que hizo las veces de mecánico. El vuelo no duró más que dos minutos y medio, y el biplano cayó a tierra cerca de Monte Barreto. El avión sufrió bastante daño, aunque parece que se pudo recuperar el motor y buena parte de la estructura. El piloto solo sufrió heridas leves en su cuerpo y graves en su ego. Bellot lucho en la primera guerra mundial y fue herido y condecorado. Volvió a Cuba en 1924, acompañando a Charles Nungesser y Maurice Weiss.
El Biplano Celular Voisin, del que se fabricaron cerca de 60 ejemplares de sus diversas versiones, fue uno de los primeros aviones en fabricarse “en serie”, aunque luego cada piloto lo modificaba a su gusto. El biplano tenía una longitud de 13,5 metros y una envergadura de ala de 10,8 metros. Pesaba vacía unos 320 kilos, y a plena carga no pasaba de 550 kilos.