El Ilyushin-2 Shturmovik realizó su primer vuelo el 2 de octubre de 1940. Se trataba de un avión de ataque blindado, con unos 700 kg de blindaje protegiendo a la tripulación, el motor y los tanques de combustible. Se fabricaron 36.184 unidades, lo que le convierte en el avión militar de mayor producción. El Il-2 se convirtió en la imagen de la resistencia soviética al ataque alemán, y fue una de las claves de los avances soviéticos de la segunda parte de la guerra.
La idea del avión blindado no era nueva. Ya en la primera guerra mundial Junkers produjo el J.I, un avión de ataque blindado. El Shturmovik suponía una evolución del concepto al formar el blindaje parte de la estructura del avión, ahorrando peso de esta forma. Sin embargo, los URSS no producía en ese momento motores capaces de mover fácilmente una masa de casi 5 toneladas, por lo que los primeros ejemplares tuvieron que esperar a un motor, el Mikulin AM-38, con 1680 CV de potencia, para producir un monoplaza satisfactorio. Este prototipo, el TsKB-57 voló en octubre de 1940. Las entregas comenzaron en mayo del año siguiente.
Cuando Alemania invadió en junio, se habían entregado 249 Shturmovik. La falta de entrenamiento y táctica resultaron fatales con un gran número de bajas. La invasión obligó a mover las factorías lejos del frente, lo que retrasó la producción y exasperó a Stalin, que lanzó una severa advertencia para aumentar la producción.
Las tácticas mejoraron y los rusos comenzaron a utilizar el avión como acompañamiento a las tropas de infantería y mecanizadas. Las fuentes soviéticas hablan de cientos de blindados alemanes destruidos por el avión, pero las evidencias no son concluyentes. Más bien parecen alegaciones destinadas a mantener alta la moral. La mayor parte de las bajas de blindados alemanes en el este se debieron a armas antitanque y no a la acción aérea.
La principal debilidad del Shturmovik era su falta de precisión, junto a una carga de armamento menor que sus contemporáneos americanos o ingleses. Su principal fortaleza, el en masa, que resultaba letal para tropas con poca protección. El blindaje del avión era eficiente contra impactos de arma ligera y el avión podía soportar mucho daño y volver a su base. Sin embargo, el alto número de pérdidas por acción aérea obligó a introducir de nuevo el artillero trasero.
Dado el gran número de unidades producidas, no debe sorprender que el número de pérdidas sea el más alto de la guerra en la VVS. En total se perdieron 10.762 Shturmovik durante la guerra.