El 29 de enero de 1940, con BN Kudrian en los controles, despegaba por primera vez el Bolkhovitinov S, un largo monoplano, previsto para varias misiones, con la particularidad de que llevaba dos motores M-103 en tándem, que potenciaban hélices tripala contra rotatorias. Era un avión muy largo, con unas alas muy cortas y un empenaje bideriva.
Las alas estaban equipadas con flaps eléctricos en toda su longitud.
EL prototipo realizó su primer vuelo con uno solo de los motores y no llevaba armamento. El segundo prototipo ya estaba propulsado por los dos motores, y armado con una ametralladora, y la capacidad para llevar 4 bombas de 100 de forma vertical, dentro del fuselaje entre el piloto y artillero-navegante en el puesto trasero. Este avión incorporaba por primera vez hélices de paso variable, una primicia mundial.
El avión consiguió una velocidad máxima de 570 kilómetros por hora, y mostraba buenas características de manejo, excepto en los despegues y aterrizajes, donde su elevada carga alar lo hacían difícil de controlar. La velocidad conseguida y el alcance también estaban por debajo de lo previsto. Sin embargo, el problema principal de este avión radicaba en los innumerables fallos de sus motores, que no pudieron ser resueltos.
El S se quedó en estado de prototipo, pero los resultados fueron prometedores y se estudiaron versiones más especializadas para ataque a tierra, reconocimiento o intercepción. Una versión contaba con dos cañones de 37 mm uno disparando hacia la parte superior y otro hacia la inferior. Pensado para entra entre las formaciones de bombarderos y derribarlos. Sin embargo, la invasión alemana obligó a centrar los esfuerzos en aviones que pudiesen entrar en servicio inmediatamente, la factoría donde se fabricó se destinó a la producción de Petlyakov Pe-2.
Desde luego el prototipo, según se desprende de las fotografías, no llevaba hélices contrarotatorias, si no una hélice tripala. En 1933 Hamilton Standard producía sin problemas hélices de paso variable.
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