-_13538761963_o Hermann Goering, amigo personal de Hitler y as de la Primera Guerra Mundial, fue el «señor» de la Luftwaffe desde el primer momento.

El 9 de marzo de 1935, la Alemania nazi anuncia la formación de la Luftwaffe, en confrontación directa con los formado en el tratado de Versalles, quince años antes. Poco antes, el 26 de febrero, Hitler había firmado un decreto secreto para la fundación de la Luftwaffe, al frente de la cual situaría a su amigo Hermann Goering. De esta forma se sustanciaba un secreto a voces, ya que los alemanes llevaban varios años entrenando a sus pilotos en secreto, con la ayuda de la Unión Soviética.

Dornier Do Pa El Dornier Do P, bombradero disfrazado de avión de transporte.

En 1910 se formaba Die Fliegertruppen des Deustchen Kaiserreiches (Fliegertruppe), que en 1916 pasaba a ser Luftstreitkrafte. El tratado de Versalles lo disolvió el 8 de mayo de 1920, ordenando la destrucción de todos los aviones militares alemanes.

Heinkel-HD-37 Heinkel HD-37, utilizado para entreamiento en Rusia.

Desde el primer momento, los alemanes comenzaron a formar de nuevo a sus pilotos en tareas militares, ya sea con aviones ligeros, o a través de Luft Hansa, la compañía aérea nacional. En 1924, un campo de entrenamiento secreto fue abierto en Lipetsk, en la URSS, operando aviones alemanes, soviéticos y holandeses. Cientos de pilotos y técnicos recibieron su formación en esta y otras localidades en el centro de Rusia, hasta que fueron cerradas en 1933.

Junkers_K_39_left_front_L'Aéronautique_December,1927 Junkers K-39 en 1927.

En cuanto Hitler llegó al poder comenzó a dar pasos para restablecer la fuerza aérea alemana. En abril de 1933 se forma el Ministerio del Aire (RLM), encargado del desarrollo y la producción aeronáutica. En marzo la Asociación Nacional de Deportes Aéreos absorbió a todas las organizaciones privadas o públicas del Reich.

7585442674_29a3ae5fc8_o Los aviones de Luft Hansa fueron utilizados para el entrenamiento de tripulaciones.

Sin embargo, la economía alemana era tremendamente débil. El país solo tenía excedentes de carbón, pero debía importar todas las demás materias primas estratégicas, aceros, aluminios, etc, y energéticas. Los esfuerzos para producir combustibles sintéticos no fueron suficientes para atender las necesidades de desarrollo del nuevo ejército alemán, y tuvo consecuencias muy directas en sus deficiencias durante la segunda guerra mundial.

1-31 El Dornier 19, Ural Bomber, no se produjo por falta de recursos.

Las teorías en boga en los años 30 proponían una potente aviación estratégica, y Alemania no estaba fuera de esta moda. Mientras que ingleses y americanos no tenían dificultades en desarrollar este tipo de arma, los intentos alemanes (sustanciados en el Do-19 y el Ju-89) cayeron víctima de la falta de recursos. Alemania decidió desarrollar el bombardeo medio, la caza y el bombardeo táctico, lo que junto a las tácticas de “blitzkrieg” dieron muy buenos resultados en el continente, pero rápidamente mostraron sus limitaciones en la ofensiva contra el Reino Unido.

15604055978_0bc8d2dce4_o Un bf-109 en el tunel de viento. Al comenzar la guerra la Luftwaffe tenía la superioridad tecnológica.

Las limitaciones fueron una constante para Alemania durante toda la guerra. La invasión de la URSS tenía como objetivo estratégico llegar a los Urales y apropiarse del petróleo de sus pozos, pero la historia fue muy distinta. A pesar de los innegables avances técnicos, y de la calidad de sus productos, Alemania quedó superada en número, y su crónica falta de materias primas, preparó el campo para su derrota final en mayo de 1945.

44197033321_74ec7c400f_o Producción de Ju-88. La falta de materias primas limitó severamente la capacidad de la Luftwaffe.

Sin embargo, la organización de una fuerza como la Luftwaffe, desde prácticamente cero en 1933, y su evolución hacia una máquina de guerra bien engrasada en solo 6 años, fue un inmenso logro. Sus éxitos iniciales llevaron a decisiones poco afortunadas que dificultaron sus capacidades en los años siguientes.

009-FE 0001-Ba 349B Natter-2 Bachem Natter, un intento desesperado de equilibrar una situación imposible. Construido con materiales no estratégicos.

Los dos últimos años supusieron una lucha desesperada por la supervivencia, que pusieron de manifiesto tanto la capacidad de resistencia como de adaptación de la industria y de las unidades. Las “armas maravillosas” prometidas por Hitler solo habrían alargado la agonía. La falta de recursos ahogaría cualquier intento de recuperación de la Luftwaffe.

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