Finalmente, el S-81 Isaac Peral ha sido bautizado y en unos diez días será botado en Cartagena, al sudeste de España. Se trata de uno de los submarinos convencionales más grandes del mundo, con un desplazamiento de 2965 toneladas. Que dará una capacidad desconocida hasta ahora a la Armada.
El S-80 Plus incorpora la tecnología BEST (Tecnología Furtiva de Bio-Etanol) que ofrece algunas ventajas respecto otros sistemas AIP, como evitar la necesidad de depósitos de hidrógeno, gracias al uso del Etanol, que además está disponible en buenas cantidades.
El armamento estará compuesto por torpedo pesados DM2A4, misiles antibuque IGM-84 Sub-Harpoon y minas SAES. También puede dotársele de misiles de crucero Tomahawk, pera ataque a tierra, lo que dota a la marina de una capacidad única entre los submarinos de la OTAN no nucleares.
El S-80 Plus tiene un diámetro de 7,3 metros y una longitud de 80,8 metros. En comparación los Scorpene de los que se deriva tienen 6,2 y 61,7 metros. Ha sido diseñado desde el principio como submarino AIP con una duración aproximada de tres semanas y que puede ser utilizada en el rango completo de profundidades. Su tripulación es de solo 32 tripulantes.
El 9 de julio de 1960 se bota en los astilleros navales de Portsmouth, en Kittery, Maine el USS Thresher (SSN-593), un submarino notable por diversos aspectos, a pesar de su corta carrera que terminaría en tragedia. El SSN-593 era el primero de una nueva clase de submarino nucleares de ataque para la marina norteamericana, y supuso una auténtica revolución en su momento gracias a sus capacidades, muy superiores a las de cualquier submarino del momento.
El Thresher, diseñado al mismo tiempo que la clase Skipjack, mucho más pequeña y con menos capacidades, incorporaba un reactor nuclear Westinghouse S5W que generaba 11 MW, o unos 15 caballos al eje. Su diseño se había optimizado para tener menos resistencia bajo el agua. Además del consabido casco en forma de gota de agua, su vela se había reducido y a pesar de que su diámetro era mayor que el Skipjack, debido a su sonar BQR-7, ocupando toda la parte delantera del casco, y obligando a desplazar los tubos lanzatorpedos hacia atrás, disparando 20 grados en oblicuo.
Esquema del funcionamiento del sistema SUBROC.
Su sistema de armas incorporaba por primera vez los SUBROC, un arma antisubmarina lanzada desde los tubos normales de 21 pulgadas, que se componía de un cohete que la llevaba a las cercanías del objetivo, con un alcance de poco más de 50 km. Podía incluir una cabeza nuclear W55, de 200 kilotones, preparada para detonar bajo el agua.
La clase Thresher, renombrada Permit después de la pérdida del submarino que la inauguraba, fue en su momento considerada la más equilibrada en términos de diversidad de misiones y capacidades, y de hecho fue la primera vez después de la segunda guerra mundial que Estados Unidos se lanzaba a la fabricación de una serie importante (14 Permit y 11 Sturgeon, una versión mejorada de la misma). De hecho, las siguientes clases de submarinos nucleares de ataque no han cambiado los principios básicos de los Thresher/Permit.
La pérdida del Thresher, el 10 de abril de 1963, con sus 129 tripulantes fue una de las mayores tragedias del arma submarina, y obligó a Estados Unidos a replantear completamente el funcionamiento, procesos y medidas de seguridad de su flota submarina. La pérdida del submarino parece que se debió a la rotura de una tubería de agua salada, que afecto a uno de los paneles de control y “congeló” el reactor, como medida de seguridad, lo que dejó al submarino sin propulsión. Por otra parte, no fue posible soltar lastre al haberse congelado las válvulas debido a la humedad en las mismas.
El submarino no tuvo posibilidad de relanzar su reactor y alcanzó la profundidad límite donde implosionó, cayendo sus restos a una profundidad de unos 2.600 metros, y quedando esparcidos en un área de 134.000 metros cuadrados. La gran operación de salvamento solo logró fotografiar gran parte de la zona donde estaba los restos. En 1964 en Trieste II recuperaba algunas piezas del submarino.
La marina norteamericana lanzo el programa SUBSAFE (Submarine Safety Programme), centrado en mejorar la calidad de los submarinos y anticipar su recuperación en caso de inundación. Cubre todos los sistemas que son críticos para la recuperación del buque mediante el control exhaustivo de procesos y materiales, además de métodos de ensamblaje, mantenimiento y pruebas, que deben ser certificados y trazables desde el momento de su fabricación.
SUBSAFE solo tiene el objetivo de evitar, y en su caso controlar la inundación. Otros programas se ocupan de seguridad anti incendio, seguridad en el manejo del sistema de armamento, o del reactor. Todo ello eleva el coste del submarino, pero mejora considerablemente su fiabilidad y rendimiento en servicio. Desde 195 a 1963, Estados Unidos perdió 16 submarinos en incidentes no relacionados con el combate. Desde 1963, solo se ha perdido el USS Scorpion (SSN-589). El Scorpion no estaba certificado en el sistema SUBSAFE.
Durante el día de hoy (12 junio 2020) se ha declarado un incendio a bordo del submarino nuclear de ataque francés SNA Perle. El submarino se encuentra en dique seco en la base de Toulon, realizando trabajos de mantenimiento programado. El siniestro no ha producido víctimas, y ni afectado al propulsor nuclear ni al armamento, que había sido desembarcado.
Sin embargo, parece que el incendio ha sido importante, ya que afectó a la parte delantera del buque, con una duración importante. En la extinción del incendio están participando alrededor de 150 efectivos, incluyendo unidades navales especializadas, que están siendo ayudadas por expertos de la Escuadrilla de Submarinos de Ataque.
El SNA Perle entró en carena para realizar un mantenimiento programado (probablemente el último), en el que se revisa completamente el submarino, se le moderniza, y se recarga de combustible el reactor nuclear. Estas paradas suelen durar alrededor de 18 meses, aunque es probable que esta sea más larga debido a las circunstancias derivadas de la pandemia COVID-19 y a este incidente, que parece bastante serio.
El S606 Perle, es la sexta unidad de la clase Rubís, cuya construcción comenzó en marzo de 1987. Fue botado el 22 de septiembre de 1990, y entró en servicio activo el 7 de julio de 1993. Está previsto que esta unidad siga en servicio al menos hasta 2029. La clase Rubis de submarinos de ataque se primera generación, es la más pequeña entre los submarinos de ataque en servicio en el mundo, con una eslora de 73,6 metros y un desplazamiento de 2.600 toneladas sumergido. Se construyeron seis unidades de las ocho previstas, Rubis, Saphir (ya retirado), Casabianca, Emeraude, Amethyste y Perle.
El 4 de junio de 1925, vuela por primera vez el Parnall Peto, un pequeño hidroavión, biplano, un un motor Bristol Lucifer de 128 cv, destinado a operar desde un submarino. Solo e fabricaron dos ejemplares de este biplano de construcción mixta, y recibieron los numerales N181 y N182.
El primer prototipo se estrelló en Gibraltar y fue posteriormente reconstruido, recibiendo la matrícula N255. Fue destinado al submarino HMS M2, convertido en 1927 para operar un hidro de reconocimiento. El M2 de perdió el 26 de enero de 1932 con toda su tripulación al inundarse el hangar. Como consecuencia de esto, la Royal Navy canceló sus experimentos con aviones embarcados en submarinos.
El segundo prototipo, N182, incorporaba mejoras, como un motor Armstrong Siddeley Mongoose, de 169 cv, nuevas alas, y flotadores metálicos. Los aviones, diseñados por Harold Bolas, cumplían perfectamente los requerimientos de la marina, y el comportamiento del avión era excepcionalmente bueno.
El Parnall Peto era lanzado mediante una catapulta de vapor, y recuperado desde el mar mediante una grúa. Las mínimas medidas del hangar hicieron de esto uno de los diseños más difíciles para Parnall Aircraft, aunque los resultados fueron juzgados como satisfactorios.
1968 fue un año convulso. El mayo del 68 francés, la matanza de Mi Lai, la de Tlatelolco, la independencia de Guinea Ecuatorial y de Río Muni, la primera circunvalación tripulada a la luna, y podríamos seguir con muchos acontecimientos importantes. Pero 1968 también fue un año negro para el arma submarina en todo el mundo. Durante ese año se perdieron 4 submarinos, y obligó a una completa revisión de las condiciones de operación y seguridad en el arma submarina.
El Minerve, uno de los submarinos perdidos en 1968
El 24 de enero cesaron las comunicaciones con el INS Dakar, uno de los primeros submarinos de Israel. El Dakar era un antiguo submarino británico de la segunda guerra mundial, vendido a Israel a mediados de los sesenta, y que había recibido una completa reforma que afectó a su casco y superestructura, se mejoraron los motores, y se disminuyó el ruido bajo el agua.
INS Dakar
A principios de enero, el submarino estaba preparado para su entrega, después de haber realizado sus pruebas el año anterior. Pero el submarino nunca llegó a su destino, con la pérdida de sus 69 tripulantes. Se lanzó una gran operación de localización con buques de Reino Unido, Estados Unidos, Turquía y Grecia, sin resultado. Solo en 1999 se encontraron sus restos, y se realizó una operación de salvamento, que arrojó resultados inconclusos.
Botadura del Minerve
Pocos días después, el 27 de enero, el submarino francés Minerve, de la clase Daphne, comunicaba con su base para informar que estaba a punto de llegar, pero después de eso, nada. El submarino y sus 52 tripulantes se perdieron y solo hace semanas que se han encontrado sus restos. Este submarino en particular había sido modificado para realizar ciertos experimentos para la marina francesa. En marzo los rusos perdían contacto con el K-129, un submarino de la clase Golf, con tres misiles nucleares a bordo. Una gran operación de salvamento fue lanzada por los rusos, pero no encontraron nada porque buscaban en el sitio equivocado, y lo consideraron perdido con sus 98 tripulantes. Los americanos si sabían donde buscar. Su Sistema SOSUS fue capaz de triangular con bastante precisión el origen de una explosión el 8 de marzo.
Un Golf II en superficie
La CIA vió una gran oportunidad para recuperar los restos del K-129 y penetrar algunos de los secretos que escondía, desde sus misiles a sus claves y códigos secretos. Para ello se lanzó el Proyecto Azorian, que al año siguiente logró recuperar parte del submarino, sin que los soviéticos se diesen cuenta, pero eso es otra historia. No acaban aquí las fatalidades. En mayo el Scorpion, un submarino nuclear norteamericano de la clase Skipjack, se encontraba en la base de Rota, desde donde daban cobertura de ruido a la salida de los submarinos de misiles. Esto consistía en escoltar al submarino misilero dado pasadas a gran velocidad y muy ruidosas, para despistar a quien estuviese intentando escuchar, y permitir al gran submarino evadirse en la oscuridad y el silencio.
El Scorpion
Una semana después de esto, el Scorpion desaparecía junto a sus 99 tripulantes. La marina norteamericana lanzó una gran operación de búsqueda y rescate. Los restos del Scorpion fueron encontrados casi 5 meses después, y explorados. Hay varias teorías sobre esta pérdida, que van desde un ataque ruso en represalia por la pérdida del K-129, a un problema técnico debido a una mala reparación. Hasta este momento, la mayor parte del informe de la Marina está clasificado, y la respuesta oficial es “sin conclusiones”.