1968 fue un año convulso. El mayo del 68 francés, la matanza de Mi Lai, la de Tlatelolco, la independencia de Guinea Ecuatorial y de Río Muni, la primera circunvalación tripulada a la luna, y podríamos seguir con muchos acontecimientos importantes. Pero 1968 también fue un año negro para el arma submarina en todo el mundo. Durante ese año se perdieron 4 submarinos, y obligó a una completa revisión de las condiciones de operación y seguridad en el arma submarina.

Minerve II El Minerve, uno de los submarinos perdidos en 1968

El 24 de enero cesaron las comunicaciones con el INS Dakar, uno de los primeros submarinos de Israel. El Dakar era un antiguo submarino británico de la segunda guerra mundial, vendido a Israel a mediados de los sesenta, y que había recibido una completa reforma que afectó a su casco y superestructura, se mejoraron los motores, y se disminuyó el ruido bajo el agua.

Jourdan_photo-01-DAKAR INS Dakar

A principios de enero, el submarino estaba preparado para su entrega, después de haber realizado sus pruebas el año anterior. Pero el submarino nunca llegó a su destino, con la pérdida de sus 69 tripulantes. Se lanzó una gran operación de localización con buques de Reino Unido, Estados Unidos, Turquía y Grecia, sin resultado. Solo en 1999 se encontraron sus restos, y se realizó una operación de salvamento, que arrojó resultados inconclusos.

05-1961-Minerve-Nantes-1 Botadura del Minerve

Pocos días después, el 27 de enero, el submarino francés Minerve, de la clase Daphne, comunicaba con su base para informar que estaba a punto de llegar, pero después de eso, nada. El submarino y sus 52 tripulantes se perdieron y solo hace semanas que se han encontrado sus restos. Este submarino en particular había sido modificado para realizar ciertos experimentos para la marina francesa.
En marzo los rusos perdían contacto con el K-129, un submarino de la clase Golf, con tres misiles nucleares a bordo. Una gran operación de salvamento fue lanzada por los rusos, pero no encontraron nada porque buscaban en el sitio equivocado, y lo consideraron perdido con sus 98 tripulantes. Los americanos si sabían donde buscar. Su Sistema SOSUS fue capaz de triangular con bastante precisión el origen de una explosión el 8 de marzo.

DN-SN-89-08144 Un Golf II en superficie

La CIA vió una gran oportunidad para recuperar los restos del K-129 y penetrar algunos de los secretos que escondía, desde sus misiles a sus claves y códigos secretos. Para ello se lanzó el Proyecto Azorian, que al año siguiente logró recuperar parte del submarino, sin que los soviéticos se diesen cuenta, pero eso es otra historia.
No acaban aquí las fatalidades. En mayo el Scorpion, un submarino nuclear norteamericano de la clase Skipjack, se encontraba en la base de Rota, desde donde daban cobertura de ruido a la salida de los submarinos de misiles. Esto consistía en escoltar al submarino misilero dado pasadas a gran velocidad y muy ruidosas, para despistar a quien estuviese intentando escuchar, y permitir al gran submarino evadirse en la oscuridad y el silencio.

SSN Scorpion El Scorpion

Una semana después de esto, el Scorpion desaparecía junto a sus 99 tripulantes. La marina norteamericana lanzó una gran operación de búsqueda y rescate. Los restos del Scorpion fueron encontrados casi 5 meses después, y explorados. Hay varias teorías sobre esta pérdida, que van desde un ataque ruso en represalia por la pérdida del K-129, a un problema técnico debido a una mala reparación. Hasta este momento, la mayor parte del informe de la Marina está clasificado, y la respuesta oficial es “sin conclusiones”.

El Minerve entrando en su base de Toulon.

2 comentarios en “1968, un año negro para el arma submarina

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