El 28 de noviembre de 1934 realiza su primer vuelo el Blackburn B.7, un biplano monomotor de bombardeo ligero, tanto diurno como nocturno, bombardeo en picado y observación, que competía por sustituir a los Westland Wapiti y Fairey Gordon. Este posible contrato, ligado a la especificación G.4/31, suscitó el interés de ocho fabricantes, y todos ellos fabricaron prototipos.
El B.7 fue fabricado en la misma línea de producción que el Blackburn Shark, y tenía mucho en común con este último. Entre estas características, una utilización mucho menor de los refuerzos entre alas, que no se plegaban, como lo hacían en el Shark, y una mayor superficie de sustentación, que le permitía una mayor carga útil. Con el torpedero compartía el mismo fuselaje y el tren de aterrizaje.
También eran similares la acomodación, equipo y armamento, así como el motor, un Armstrong Siddeley Tiger IV de 700 caballos. Los vuelos de evaluación se prolongaron hasta octubre de 1935. En ese momento, era un avión anticuado, respondiendo a una especificación que ya tenía 4 años, por lo que ni el B-7 ni ninguno de sus competidores logró contrato alguno. El B-7 fue desguazado poco después.
Blackburn Shark. El B-7 tomaba muchos elemento prestados de este biplano.