El 21 de marzo de 1940 el SNCAO CAO 600 vuela por primera vez (es la fecha más probable, pero no es segura). Se trata del prototipo de un bimotor embarcado para bombardeo convencional y en picado. En las circunstancias en las que se encontraba Francia, logró volar unas 35 horas, antes de que la invasión alemana parase toda la actividad. No se tienen noticias de lo que le ocurrió al prototipo.
SNCAO (Societé National des Constructions Aéronautiques de L’Ouest) se basó en un diseño de Loire-Nieuport para este modelo, que respondía a las especificaciones A47 de la marina. Su competidor fue en SNCAM (Dewoitine) 750, que volaba en mayo de ese año, y fue destruido poco después para que no cayera en manos alemanas.
El avión mostró buenas características, aunque había mucho por mejorar. Estaba impulsado por dos Gnome & Rhone 14M radiales, de 680 CV de potencia. Incorporaba alas en W y una cabina en varios niveles para piloto y bombardero, que gozaban de una gran superficie acristalada.
El prototipo no estaba equipado para su función naval, que debía haber sido experimentada en el segundo ejemplar, que nunca te terminó. Su armamento se hubiese compuesto de una ametralladora frontal Darne de 7,5 mm, y ametralladoras defensivas ventrales y dorsales. Hasta 650 kg de bombas en diversas combinaciones, o un torpedo del mismo peso.
Representación del futuro Joffre de la marina francesa. Nunca llegó a construirse.
El único portaaviones en servicio en Francia, en ese momento era el Bearn, ya obsoleto. La marina francesa tenía prevista la construcción de dos portaaviones modernos, el Joffre y el Painleve, pero nunca llegaron a completarse. El CAO 600 es otro de los oscuros prototipos de una época desesperada para Francia, al comprobar que no tenía respuesta ante una más que posible guerra con Alemania.
El 21 de marzo de 1935 realiza su primer vuelo el Consolidated XP3Y-1, prototipo de que luego sería conocido como Catalina, el hidro y anfibio más fabricado durante la segunda guerra mundial con cerca de 4.000 unidades. El prototipo había sido completado en la factoría de Buffalo a finales de febrero, pero dado que el Rio Niagara estaba helado, fue transportado por tren hasta la base aérea naval de Anacostia, desde donde hizo su primer vuelo.
El prototipo, en su forma inicial.
Los ingenieros de Consolidated, que tenían amplia experiencia en la fabricación de hidros para la marina, comenzaron a trabajar en un nuevo diseño, más limpio aerodinámicamente en la primavera de 1933. La marina solicitó un prototipo en octubre de ese año. Douglas también presentó el suyo, el XP3D-1. Las necesidades de la marina se centraban e un hidro de patrulla a larga distancia, capaz de enlazar con bases lejanas por el Pacífico.
Finalmente la marina se decidió por la propuesta de Consolidated, más barata que la de Douglas, y que cumplía sus requerimientos completamente. El prototipo demostró sus cualidades, aunque los aviones de serie tuvieron que ser reforzado en la cola, con cierto rediseño que corregía cierta inestabilidad. Los primeros PBY-1 Catalina comenzaron a entrar en servicio a mediados de 1936.
La marina norteamericana se dio cuenta de las posibilidades del Catalina, y le asignó muchas más misiones de las que figuraban en sus requerimientos. Pasó a ser bombardero, patrullero, torpedero, transporte, o a realizar ataques nocturnos y misiones de escolta de convoyes en el ärtico. Desde las diversas bases los Catalina realizaron miles de misiones de patrulla antisubmarina durante la guerra en todos los mares, con el resultado del hundimiento de 40 U-boote.
Para muchos una de sus misiones principales fue la de hidro de rescate, conocidas con el nombre clave Dumbo. En Guadalcanal, entre enero y agosto de 1943, rescataron 161 pilotos derribados. En una ocasión un Catalina rescató a 56 marineros del crucero USS Indianápolis, hundido por los japoneses. El avión no podía volar, pero no dejó a nadie atrás, hasta que llegaron los barcos de rescate.
Observese el bote de rescate bajo el ala derecha, para misiones Dumbo.
Los Catalina actuaron en todos los frentes, y fueron utilizados masivamente por Estados Unidos y por el Reino Unido y sus aliados de la Commonwealth. La fabricación se realizó principalmente en Estados Unidos, aunque Canadá fabricó 620 unidades (conocidas como Canso), y la Unión Soviética fabricó 24, además de recibir varios cientos más en concepto de Lend and Lease.
En servicio en la URSS.
Muchas otras fuerzas aéreas han utilizado el Catalina en todo el mundo. Estados Unidos lo retiró de servicio activo en a comienzos de 1957. La última fuerza área en utilizarlo fue la brasileña, que retiró sus últimas unidades en 1979. Después de la guerra se pusieron a la venta miles de unidades excedentes de la fuerza aérea. Muchas compañías los utilizaron para transporte de pasajeros, carga, alquiler turístico, etc. Actualmente, todavía quedan varias decenas volando, principalmente en exhibiciones de aviones antiguos. Otra tarea en la que ha sido profusamente utilizado es la de apagafuegos, tanto en Estados Unidos, como en Canadá.
El único Catalina en servicio en españa.
En España el Ejército del Aire utilizó un solo Catalina, un PBY-5A, que aterrizó en el Sahara español en 1942, y quedó internado. Ante la escasez e material en España en esa época, se puso en vuelo, con la nomenclatura DR.1, sirviendo como patrulla y lucha antiincendios entre 1949 y 1954.
20 de marzo de 1920. Un avión monomotor calienta motores dentro de uno de los hangares de la antigua factoría Fokker de Schwerin, en Alemania. Sale rodando desde el mismo hangar y, sin detenerse, inicia su secuencia de despegue. Acaban de robar el prototipo del Fokker F.II. No es el guion de una peli de espías. Esto ocurrió en realidad y por encargo del mismísimo Anthony Fokker.
Prototipo V.45.
Fokker fue uno de los mayores proveedores de la aviación alemana durante la Primera Guerra Mundial. Cuando llegó el armisticio, Fokker retornó a su Holanda natal y estableció allí su negocio, pero no pudo llevarse sus aviones, que estaban retenidos por las potencias vencedoras.
El Fokker F.II fue el primer avión de pasajeros del constructor. Voló por primera vez en octubre de 1919, y su piloto de pruebas, Adolf Parge, se mostraba entusiasta en cuanto a sus características y potencial. El problema era que el avión estaba en Alemania, y no podía salir de allí. Así es que Fokker lo “robó”.
Bernhard de Waal era uno de los incondicionales de Anthony Fokker. Trabajó con el casi desde el principio, y el constructor, que tenía la paciencia entre sus muchas virtudes, ideó un plan para apropiarse del avión, y así poder empezar a comercializarlo. De Waal se hizo pasar por un posible cliente, y ayudado por algunos empleados, se hizo con el avión y lo robó.
Para hacer la cosa todavía más ilegal, de Wall se llevó una máquina de coser (escaseaban en Holanda). El trayecto no fue fácil. Durante el vuelo, el motor falló dos veces. En la primera, de Waal fue capaz de repararlo y volver a despegar. En la segunda ocasión, aparecieron dos policías haciendo preguntas. De Waal convenció a uno de ellos para que le ayudase a arrancar el motor, y salió volando, literalmente, del lugar.
No terminaron aquí sus infortunios. Al aterrizar cerca del pueblo de Surhuisterveen, ya en territorio holandés, rompió el tren de aterrizaje. La reparación era imposible, por lo que llamó a Fokker, que apareció con un camión para llevarse el aparato. Así es que la larga historia de aviones civiles Fokker, comenzó con esta historia tan rocambolesca.
Los trabajos sobre este avión, conocido internamente como V.45, comenzaron el diciembre de 1918. Se trataba de un monomotor de ala alta con capacidad para el piloto y cinco pasajeros, diseñado por Reinhold Platz. El avión voló al año siguiente, casi al mismo tiempo en que KLM se formaba y expresaba sus necesidades. A Fokker no se ocurrió una forma más rápida de presentarle un prototipo que robar el que tenía volando en Alemania.
Fokker fabricó 23 ejemplares del F.II, que sirvieron en las líneas europeas de KLM y otras líneas aéreas hasta que fue completamente retirado en 1934.
19 de marzo de 1970 en la base de Edwards. El piloto de pruebas Jerauld Gentry respira dentro de su estrecha cabina. Enfundado en un traje presurizado, espera pacientemente el check list de sus compañeros en la cabina del NB-52B nodriza, en preparación del vuelo de este día. El bombardero empieza a moverse y despega sin problemas. La comunicación entre los dos aviones es perfecta. En un momento dado, el NB-52 suelta su extraña carga. Se trata de un Martin X-24A, un extraño engendro sin alas, que debe enseñar a los futuros astronautas como es una reentrada en la atmósfera y un aterrizaje sin motores. En la mañana de hoy el X24A realiza su primer vuelo propulsado, en el que alcanzará, sin problemas, Mach 0,87.
El Martin X-24A es uno de los “lifting bodies” ensayados por la NASA entre los años 60 y 70, en preparación para definir el perfil de entrada en la atmósfera del Space Shuttle. Las tripulaciones y sus pilotos los llamaban “patatas calientes”, y aunque no eran fáciles de pilotar, demostraron la viabilidad de los aterrizajes sin propulsión con formas aerodinámicas que no precisaban superficies aladas, ayudándose sólo de la forma aerodinámica de su fuselaje.
Estas experiencias no estaban exentas de peligro. El 26 de agosto siguiente, Gentry tuvo que realizar un aterrizaje en emergencia debido a un fuego en la parte trasera del fuselaje. No hubo consecuencias, pero el X-24 necesitó reparación y un rediseño del circuito de purga de combustible.
Pilotos de prueba de lifting body. Jerry Gentry, Pete Hoag, John Mank y Bill Dana, ante un HL-10.
Otros pilotos comenzaron a volar el X24A. El 14 de octubre, el Mayor Cecil Powell llevaba a su “patata caliente” hasta Mach 1,19 y 68.000 pies de altura. El 29 de marzo del año siguiente se alcanzaba Mach 1,6 y se alcanzaron los 71.400 pies de altura.
Durante su programa de pruebas, que duró hasta el 4 de junio de 1971, el X-24A había estado en el aire 2 horas, 54 minutos y 28 segundos, y había cumplido todos los objetivos fijados en su programa de pruebas. Los pilotos lo consideraban relativamente fácil de manejar, aunque tenía un notable vicio a levantar el morro en cuanto se iniciaban sus propulsores cohete, lo que restringió la posibilidad de experimentar bajos ángulos de ataque.
Cumplida su misión, el X-24A fue devuelto a Martin para reconvertirlo en el X-24B, con un cambio de aspecto más que evidente. Esto permitió aumentar el dominio de vuelo, con más velocidad y altura. Ambos X-24 fueron esenciales a la hora de diseñar el Space Shuttle.
El X-24A y su reconversión a X-24B, en un documento de la NASA.
El 18 de marzo de 1945 realizaba su primer vuelo el Douglas XBT2D Dauntless II, en ese momento. En la cabina LaVerne Ward Browne, director de vuelos de prueba de Douglas. Quizá este nombre no diga mucho, pero, gracias a los cambios de nomenclatura de los militares norteamericanos, terminó siendo el Douglas AD-1 Skyraider, del que se fabricaron 3180 unidades, y que combatió con éxito en dos guerras donde ya los reactores eran dueños de cielo: en Corea y en Vietnam, además de en muchos otros frentes, con diferentes fuerzas aéreas.
La capacidad de carga del Skyraider era espectacular.
Contar la historia del Skyraider requiere de un libro, y muy gordo, por lo que me limitaré en estas pocas líneas a contar su concepción y entrada en servicio. Tiempo habrá para seguir contando las mil y una batallitas del Able Dog, o del SPAD, como le conocían sus tripulaciones.
Douglas era uno de los grandes suministradores de las fuerzas armadas norteamericanas. La fuerza aérea utilizaba los A20 Boston y los A26 Invader, la mayor parte del transporte aéreo se hacía con los C-47 y derivados, y la Marina utilizaba los Dauntless en sus portaaviones. Pero los últimos diseños de Douglas para la marina habían sido un fracaso.
Uno de los prototipos en fase de evaluación.
El BTD Destroyer y el TB2D Skypirate, habían sido rechazados, en buena medida porque eran demasiado complejos para utilizarlos en acción. Douglas se veía fuera de los portaaviones a corto plazo. En junio de 1944, Ed Heinemann y su equipo de diseño fueron informados de la cancelación de su proyectado Destroyer. El equipo, en vez de lamentarse se pasó toda la noche diseñando un nuevo proyecto en una sesión maratoniana.
El primer prototipo, con LaVerne Ward a los mandos.
Heinemann solicitó al día siguiente presentar la nueva iniciativa a la marina, que quedó impresionada por el potencial del nuevo diseño. Heinemann pidió simplemente que el dinero que tenía que ser destinado al BTD, se adjudicase al nuevo BT2D, y lo consiguió. El 4 de agosto del 44 comienza el trabajo en el nuevo avión, con un pedido de 25 prototipos por parte de la US Navy.
Solo 8 meses más tarde, el 18 de marzo del 45, el nuevo avión surcaba los cielos, demostrando lo acertado de sus diseñadores. Exactamente un mes después, la marina pasaba un pedido de 548 BT2D, ya con el nuevo nombre Skyraider. Aunque este pedido quedó cercenado a la mitad como consecuencia del final de la guerra mundial, las bondades del avión y su capacidad para adaptarse a nuevas necesidades, hicieron que se mantuviese en producción hasta febrero de 1957, cuando el último AD-7 Skyraider salió de la línea de producción de El Segundo, en California.
AD-5 de los MArines en vuelo.
Las virtudes básicas del Skyraider pueden resumirse en simplicidad, menor peso y facilidad de mantenimiento. Su motor, un Wright R-3350 Duplex Cyclone en estrella, el mismo que propulsaba a los B-29, le permitía una gran capacidad de carga de armamento, y un mayor tiempo sobre el objetivo, lo que era una ventaja en el tiempo de los reactores. El Skyraider era un avión de grandes dimensiones, y pronto fue desarrollado en distintas versiones para transporte, misiones antisubmarinas o guerra electrónica.
Ed Heinemann, posando en un Skyhawk, que también diseñó.
Una noche de duro trabajo de Ed Heinemann y su equipo dieron lugar a un de los mejores aviones operados por Estados Unidos, Marines, US Navy y Fuerza Aérea, y multitud de fuerzas aéreas de todo el mundo. La esposa de uno de los pilotos de la Marina le dijo a Ed Heinemann: “Cuando nuestros esposos vuelan el Skyraider, dormimos perfectamente por la noche”.
Los últimos fueron retirados de servicio en 1985, por la fuerza aérea de Gabón.
El 2 de marzo de 1955, pilotado por Paul Boudier, realiza su primer vuelo el Dassault Super Mystere B1 en la base de Melun-Villaroche, primer avión europeo capaz de mantener velocidad supersónica. De hecho, Boudier rompe la barrera del sonido al día siguiente. El Super Mystere fue una aventura privada de Dassault, desarrollo del Mystere IV, destinado al mercado de exportación, que no logró venderse, ya que la fuerza aérea francesa no lo solicitó.
Las características supersónicas se deben a un ala más fina, con un ángulo de 45 grados, y la utilización de la post combustión en su motor, un Rolls-Royce Avon RA.7R. El Super Mystere B2 sustituía este motor por el SNECMA Atar 101G, preferido por la fuerza aérea francesa, que se interesó por los resultados del B1. Ese mismo mes de marzo hizo un primer pedido de 5 prototipos y 40 aviones de serie, que luego alcanzaron los 178 ejemplares. Dos de estos fueron convertidos en B4, para experimentación con el motor Snecma Atar 9.
El Super Mystere B2 realiza su primer vuelo el 15 de mayo de 1956, y en el mismo, rompe la barrera del sonido. Los primeros aviones de producción están listos un año más tarde, y finalmente el modelo entra en servicio en mayo de 1958. El avión se mantuvo en servicio en Francia hasta 1974.
En 1958, Israel formaliza la adquisición de 24 unidades. Las relaciones entre Francia e Israel eran muy buenas y los equipos franceses formaron parte del arsenal judío durante muchos años. Los vecinos árabes estaban poniendo en servicio el MiG-19, e Israel necesitaba contrarrestarlos. Los Super Mystere se conocían como Sambad en Israel, y desde su entrada en servicio estuvieron en misiones de combate.
Participaron con éxito en la Guerra de los Seis en 1967 y en la del Yom Kippur en 1973. En 1967 se enfrentaron con éxito a los MiG-19, demostrando cierta superioridad. A pesar de ello, Israel perdió seis pilotos y uno más fue hecho prisionero durante las operaciones. En 1973, el Sambad tuvo que enfrentarse con el MiG-21, superior sobre el papel, aunque las tácticas de combate inferiores, redujeron en mucho su eficacia, y el Sambad mantuvo la cara.
Sa’ar israelí. Vease la tobera más larga para el PW J52 que equipaba.
Los israelíes se quejaron de la poca fiabilidad del motor Atar. Además, Francia decretó el embargo de armas a Israel en 1968, por lo que se lanzó un programa para sustituir el motor Snecma por el Pratt & Whitney J52-P-8A, similar a los que llevaban los Douglas Skyhawk. Esta mejora llevó al “Sa’ar”, que voló por primera vez el 13 de febrero de 1969. En total se convirtieron 26 ejemplares.
En 1976 Honduras adquiere 16 Sa’ar a Israel, a pesar de la oposición norteamericana, que estimaba que rompería el equilibrio militar en la zona. Israel dio entrenamiento a pilotos y tripulaciones a través de la empresa Bedek. Los Super Mystere hondureños realizaron operaciones de combate contra Nicaragua, en su época sandinista, y finalmente fueron retirados de servicio en 1996, sustituidos por Northrop F-5.
El 15 de marzo de 1945, pilotado por Bernard Lefebre, hacía su primer vuelo en el aeródromo de Bordeaux-Merignac el SNCASO SO.3050, un pequeño monomotor para un piloto y su pasajero lado a lado. Fue desarrollado por el ingeniero Chevignon durante la ocupación, y tiene la distinción de ser el primer avión francés que voló después de la liberación del país, incluso antes de terminar la guerra.
Solo se construyó un ejemplar, propulsado por un motor Renault 4Pei, de 140 CV, tenía un ala baja y la cabina, profusamente acristalada era bastante prominente. El tren de aterrizaje era fijo. No se siguió adelante, quedando en prototipo único. Las condiciones económicas francesas no aconsejaban el lanzamiento de un avión de este tipo.
El 15 de marzo de 1935 despegaba el primer Dornier Do-18a, con Erich Gundermann a los mandos. Con la matrícula D-AHIS, y bautizado “Monsun”, el avión estaba pintado en amarillo brillante. Lamentablemente, el Monsun se perdió el 2 de noviembre de ese año en una prueba de alta velocidad en el Báltico.
El «Monsun», primer 18 en vuelo.
El Dornier 18 era el desarrollo final del hidro bimotor Dornier Wal, y estaba pensado para el transporte de correo y mercancía a larga distancia, según necesidades de Lufthansa, y en el terreno militar para el reconocimiento y el rescate en el mar, al servicio de la Luftwaffe.
La arquitectura de este hidro era similar a la de su predecesor. Un fuselaje con dos “sponsons” estabilizadores a los lados. Ala alta con dos motores Junkers Jumo 205b, diesel, en tándem. El avión demostró buenas características desde el principio, aunque estaba ligeramente subpotenciados. Lufthansa se hizo cargo de al menos 5 Dornier Do-18, con los que experimentó en sus líneas trasatlánticas.
El Schwavenland con Do-18 a bordo.
Lufthansa tenía buques especializados en la recogida y catapultaje de hidroaviones, una vez repostados, para realizar el trayecto hasta América del Sur. El Schwavenland, realizó los primeros catapultajes con este avión en 1936, alcanzando sus destinos tanto en Sudamérica, como en Estados Unidos. Varios de los aviones se perdieron en accidente, y a mediados de 1939, los Do-18 dejaron de estar presentas en esta ruta. Lufthansa cedió los tres ejemplares que le quedaban a la Luftwaffe.
El segundo prototipo de Do-18, ya era una versión militar, adecuada para el reconocimiento a larga distancia y el rescate de tripulaciones en el mar. Cuando estalló la segunda Guerra Mundial, el avión estaba considerado obsoleto. Un Do-18 tiene el dudoso honor de haber sido el primer avión alemán derribado por los británicos. El 26 de septiembre de 1939, una formación de tres Do-18 fue sorprendida por nueve Blackburn Skua, lanzados desde el Ark Royal, con la pérdida de uno de los hidros.
La Luftwaffe alineaba 62 Do-18 al comienzo de las hostilidades encuadrados en cinco escuadrones. Su obsolescencia hizo que fuesen rápidamente sustituidos por los Blohm Voss 138, pasando a efectuar misiones secundarias. La Lufwaffe recibió alrededor de 160 ejemplares del Do-18 en todas sus versiones.
Do-18F modificado con motores radiales BMW 132N.
En 1937 se fabricó un único Do-18F, con mayor envergadura de ala para vuelos de muy larga autonomía. El avión fue modificado montándole dos motores radiales BMW 132N de 880CV, en la esperanza de interesar a la Luftwaffe. Problemas de refrigeración plagaron esta versión, y cualquier desarrollo adicional fue abandonado.
El 13 de marzo de 1945 comenzó a volar el Douglas XTB2D-1 Skypirate un bombardero torpedero para la marina, destinado a operar desde los grandes portaaviones de las clases Midway y Essex. Se fabricaron dos ejemplares que realizaron sus pruebas sin instalación de armamento. La finalización de la guerra del Pacífico, y retrasos en los portaviones Midway, supusieron la anulación de 23 aviones de pre producción y finalmente, la terminación del programa. Ambos prototipos fueron desguazados en 1948.
Comparativa con los aviones a los que debía sustituir.
Ya en 1939 el equipo de diseño de Douglas, liderado por Ed Heinemann, comenzaron a trabajar en una propuesta para reemplazar el TBD Devastator. En 1942 estaban trabajando en un “Devastator II”, y a finales de 1943, Douglas recibió un contrato para la fabricación de dos prototipos.
El TB2D era un monomotor de gran tamaño, propulsado por un Pratt & Whitney R-4360 en doble estrella, con una potencia de 3.000 CV, que movía hélices contra rotatorias (Si hubiese entrado en servicio, hubiese sido el monomotor embarcado más grande de la US Navy).
El avión podía llevar hasta cuatro torpedos, o carga bélica equivalente (cuatro veces las de un Grumman TBF Avenger), y contaba con un armamento defensivo compuesto por dos cañones de 20 mm en las alas y dos ametralladoras de 12,7 mm en una torreta posterior, suministrada por Firestone.
El 14 de marzo de 1935 se ponía en vuelo el Breguet-Wibault 670, un avión comercial bimotor, de ala baja y tren retráctil, con capacidad para 18 pasajeros. Sus pilotos fueron Detroyant y Riviere, que completaron luego un programa de pruebas de seis meses. Excepto en el número de motores, el diseño era muy similar al trimotor Wibault-Penhoet 282, que se construyó en varias decenas de ejemplares. Sin embargo, el 670 quedó en ejemplar único.
En 1934 Breguet adquirió Wibault, y decidió la construcción de alguno de sus diseños. El proyecto 670 tenía, sobre el papel, buen potencial, por lo que se procedió a su desarrollo y construcción. El avión, metálico, estaba propulsado por dos motores Gnome & Rhone 14Krs Mistral Mayor, de catorce cilindros en estrella y una potencia de 835 CV. Incorporaba un tren de aterrizaje retráctil, que se alojaba en la parte traseras de los compartimentos del motor.
Estaba previsto para dos pilotos y un navegante, con una cabina prevista para nueve filas con dos asientos y un lavabo en la parte trasera, y detrás incluso una pequeña biblioteca. Estaba pensado para transportar 2 toneladas de carga a unos 750 km de distancia, o 1.300 kilos a unos 1.500 kilómetros.
En 1936 aparecieron problemas estructurales como consecuencia del adhesivo utilizado en los materiales aislantes, que atacaba al duraluminio. El avión se reconstruyó antes de pasar a La Societe Francaise des Transports Aeriens, dedicada a suministrar aviones a la República española de forma clandestina durante la guerra civil española. El avión resultó destruido en un bombardeo en Cataluña.