
El 20 de junio de 2020 se declaró un incendio a bordo del submarino nuclear de ataque francés SNA Perle. El submarino se encontraba en dique seco en la base de Toulon, realizando trabajos de mantenimiento programado. El siniestro no produjo víctimas, y ni afectó al propulsor nuclear ni al armamento, que había sido desembarcado. Sin embargo este accidente dio lugar a una interesante actuación de ingeniería.

El incendio fue importante, ya que afectó a la parte delantera del buque, con una duración de 14 horas. En la extinción del incendio participaron alrededor de 150 efectivos, incluyendo unidades navales especializadas, que fueron ayudadas por expertos de la Escuadrilla de Submarinos de Ataque.

El SNA Perle entró en carena para realizar un mantenimiento programado (probablemente el último), en el que se revisa completamente el submarino, se le moderniza, y se recarga de combustible el reactor nuclear. Estas paradas suelen durar alrededor de 18 meses, pero en este caso duro hasta julio de 2023, ya que los daños de incendio fueron tan graves que se llego a pensar en desguazar el submarino.

Bajo la supervisión del Servicio de Apoyo a la Flota, Naval Group trasladó el submarino a Cherburgo para continuar allí con las tareas de reparación, mantenimiento y modernización en la sección trasera intacta del Perle. Para completar el submarino se utilizó la sección delantera del SNA Saphir, dado de baja en 2019. La nueva versión del submarino nuclear terminó por añadir 1,4 metros de longitud a los 74,6 que tenía originalmente.

El proceso no fue sencillo. Primero se llevó a cabo el corte del SNA Perle y del SNA Saphir y se procedió al desplazamiento y alineación precisa. Posteriormente se soldaron los cascos de ambas secciones y se reconstruyeron las cubiertas interiores. Finalmente, se conectaron los cientos de cables, tuberías y sistemas diversos.

Para llevar a cabo este proyecto, Naval Group movilizó a más de 300 personas, que emplearon más de 100,000 horas de ingeniería y realizaron 2,000 actualizaciones de planos y documentos de diseño. Además, se invirtieron 250,000 horas de trabajo industrial y se realizaron 2,000 conexiones eléctricas. En total se han empleado un millón de horas en tareas de mantenimiento y reparaciones.

El S606 Perle, es la sexta unidad de la clase Rubís, cuya construcción comenzó en marzo de 1987. Fue botado el 22 de septiembre de 1990, y entró en servicio activo el 7 de julio de 1993. La clase Rubis de submarinos de ataque se primera generación, es la más pequeña entre los submarinos de ataque en servicio en el mundo, con una eslora de 73,6 metros y un desplazamiento de 2.600 toneladas sumergido. Se construyeron seis unidades de las ocho previstas, Rubis, Saphir (ya retirado), Casabianca, Emeraude, Amethyste y Perle.





EL portahidros Comandante Teste, sobrevolado por un Loire 130.



