
El 22 de septiembre de 1914 el submarino alemán U-9, de 600 toneladas de desplazamiento, fue capaz de hundir tres cruceros británicos en menos de una hora. Ese fatídico día, mientras patrullaba al sur del Mar del Norte, el U-9 se encontró con un escuadrón de tres cruceros británicos de la clase Cressy (12.000 toneladas). El Capital Otto Weddigen los hundió en un combate que cambiaría la forma de considerar el arma submarina por parte del almirantazgo británico.
Los HMS Aboukir, HMS Hogue y HMS Cressy, parte de una clase de 6 cruceros, fueron torpedeados y hundidos, con la pérdida de 1459 marinos ingleses. Es indudable que la pericia de Weddigen jugó un gran papel, pero sobre todo la falta de experiencia de los británicos se hizo trágicamente patente. El U-9 hundiría otros crucero, el HMS Hawke, el 15 de octubre, y otros 13 pequeños buques, antes de ser retirado de primera línea en 1916. Solo el U-9 y el HMS Emden consiguieron la cruz de hierro concedida por el Kaiser Guillermo II.
U-Boote en su base de Kiel en 1914.
Se construyeron cuatro submarinos, del U-9 al U-12, en 1910. Estaban basados en los diseño de un ingeniero español, D Raymondo Lorenzo d’Equivilley Montjustin. Los alemanes produjeron un prototipo, el Forelle, y a partir de ahí desarrollaron los tipo Germania (U-1 y posteriores) y la Clase Karp para la Marina Imperial Rusa.
