El 14 de septiembre de 1939, hace ahora 81 años, el submarino alemán U-39, un Type IXA, al mando del Kapitänleutnant Gerhard Glattes, lanzó dos torpedos contra el portaaviones británico Ark Royal. La tripulación del buque atacado detectó el ataque y el portaaviones maniobró de forma que los torpedos explotaron sin causar daños.
Tres destructores, HMS Faulknor, Firedrake y Foxhound salieron a la caza del submarino, que fue atacado con cargas de profundidad. El U-39 tuvo que salir a superficie donde todos sus tripulantes fueron hechos prisioneros. Permanecieron en campos de prisioneros en Inglaterra y luego en Canadá durante toda la guerra.
Lo que podía haber sido una pérdida trágica para los británicos, se convirtió en el primer submarino alemán hundido en la guerra. Le siguieron muchos más.
La construcción del U-39 comienza el 2 de junio de 1937, y es entregado el 10 de diciembre de 1938, con el Kapitänleutnant Gerhard Glattes al mando, miembro de la Sexta Flotilla. Formaba parte de una serie de 8 submarinos, de los que seis se perdieron durante la guerra y dos fueron hundidos por sus propias tripulaciones en 1945. El Tipo IX representa el submarino de «raid» a larga distancia, capaz de llevar la guerra a gran parte del Atlántico, y por tanto detraer recursos que de otra forma habrían sido enviados al frente.